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Seguro que en algún momento te has preguntado qué tipo de césped es mejor, ya que la decisión tiene bastantes matices. Para elegir de manera acertada solo hay que fijarse en los grandes consumidores de césped, los campos de golf o los estadios de fútbol y ver que ellos prefieren césped natural.
Si piensas que el césped natural no sirve para ti, decirte que existen variedades que son capaces de adaptarse a cualquier situación, desde una mezcla a base de Festuca Arundinacea y Poa Pratensis, hasta variedades de Bermudas Híbridas como Tahoma 31 o tal vez algo más ornamental como puede ser la Dichondra. El mundo del césped natural es muy variopinto y existen clases para todos los gustos y necesidades.
Que podemos decir del césped natural, pues sin duda que todos preferimos la sensación de la vegetación natural a nuestro alrededor, el olor, el color… es inigualable. Y además el desembolso inicial para este tipo de césped es más barato que para el artificial.
Un pro del césped artificial es que no necesita de riegos constantes como el natural, pero a su vez tiene un contra y es que requiere de limpiezas y desinfecciones para evitar la proliferación de bacterias.
Por otro lado, el césped natural es pro medio ambiente, ya que gracias a sus hojas ayuda a mejorar el aire debido a la fotosíntesis, en cambio el césped artificial es un producto hecho a base de plásticos, por lo que se convierte en poco eco-friendly.
El césped natural consigue mejorar el aire que respiramos absorbiendo niveles de polución y ruidos, regula el calor del entorno y también ayuda a la conservación de nuestro suelo, sin olvidar que es el mejor aliado para componer un jardín lleno de plantas y flores de lo más variopinto.
Algo que puede causar bastantes quebraderos de cabeza con el césped artificial es la lluvia, ya que este no drena igual y la humedad se acumula haciendo posible aparecer podredumbre. Al contrario que el césped natural que acoge el agua y la drena a través de la tierra.
Podemos pensar del césped artificial que tiene grandes ventajas ya que no necesita tantos mantenimientos como el césped natural, pero la verdad es que el césped artificial también requiere de cuidados y además tiene una mayor inversión inicial, sin contar con que perderemos la sensación de frescura que se transmite al pisar el césped natural (ya que pisar plástico, no es placentero), y por supuesto nos quedaremos sin poder tener el olor a césped recién cortado o a tierra mojada.
Un dato interesante, es que el césped artificial puede causar abrasiones en la piel en el caso de caídas sobre el mismo, por ello en los campos fútbol de primera división siempre se opta por jugar sobre césped natural, es la mejor manera de cuidar la salud de los futbolistas.
Como es lógico, si el césped artificial que encontramos tiene un coste más barato, no va a tener un aspecto muy natural, a más parecido sea el aspecto de este tipo de césped al del natural mayor será su coste.
Sin duda, existe una parte en el césped natural que va ligada a los cuidados, ver como algo crece, se reproduce, cambia… ver como conseguimos un césped radiante y perfecto, no deja de ser realmente satisfactorio.
En conclusión, el césped natural y el césped artificial son dos productos sumamente diferentes, ya que el primero de ellos estamos hablando de una planta (un ser vivo) y el segundo es un objeto. Ahora solo tienes que poner en una balanza que necesidades tienes y que es lo que mejor las cubre.
Desde Tepeservi te animamos probar con césped natural, ponte en contacto con nosotros y te ayudamos a saber que variedad es la que mejor se adapta a ti.