La llegada de estas máquinas inteligentes supone un avance decisivo en la forma en que gestionamos nuestras distintas variedades de césped natural. Gracias a esta tecnología, ahora podemos mantener nuestros cultivos en condiciones óptimas de corte, con una precisión milimétrica y una uniformidad constante, sin importar el tamaño de las superficies o las condiciones operativas.
El césped natural para instalaciones deportiva no es una decisión al uso, requiere valorar aquellas especies más resistentes y con mayores beneficios. De esta forma nos aseguramos de poder contar con un césped natural sano y perfecto durante más tiempo.
Todo empieza en las fincas de producción de césped, donde se cultiva cuidadosamente la variedad adecuada para asegurar rendimiento, durabilidad y estética. Antes de entrar en el proceso de extracción, vale la pena conocer las razones por las que Tahoma 31 se ha convertido en una de las opciones preferidas en estadios y campos deportivos de alto rendimiento.